Si estás pensando en darte de alta como autónomo, una de las preguntas más frecuentes que podría surgir es: ¿qué gastos puedo deducir en mis impuestos? Alrededor de este tema hay muchas dudas y también mitos. Seguro que has escuchado a alguien decir que un amigo suyo se dedujo desde la compra de su cafetera hasta las entradas del cine. Pero la realidad es que Hacienda es muy estricta y solo permite desgravar aquellos gastos que estén directamente relacionados con la actividad profesional.
La clave está en que cualquier gasto que quieras deducirte debe ser indispensable para el desarrollo de tu negocio y debe estar debidamente justificado con su correspondiente factura. Además, es importante diferenciar entre dos tipos de deducciones:
- Deducciones en el IRPF: Se aplican sobre los ingresos netos, es decir, restan de la base imponible los gastos que hayas tenido.
- Deducciones en el IVA: Solo puedes deducirte el IVA si cuentas con una factura formal con todos los datos correctos.
Ahora sí, vamos a ver algunos de los gastos más comunes que pueden deducirse los autónomos:
1. Combustible y gastos de vehículo
Si necesitas un coche para desempeñar tu trabajo, podrás deducir algunos gastos relacionados con su uso. Sin embargo, este es uno de los puntos más vigilados por Hacienda. En general, solo podrás deducirte el 50% del gasto en gasolina, mantenimiento y seguro del vehículo, salvo que puedas demostrar que su uso es exclusivamente profesional, en cuyo caso podrías deducir el 100%.
2. Servicios de gestoría y asesoría
Si cuentas con un asesor o gestor para llevar tu contabilidad, presentar impuestos o realizar cualquier otro trámite relacionado con tu actividad, sus honorarios también son un gasto deducible.
3. Teléfono móvil
Si utilizas un teléfono móvil para tu trabajo, puedes deducirte la factura mensual de la línea que uses exclusivamente para ello. Si usas la misma línea para temas personales y profesionales, Hacienda podría considerar que no es un gasto 100% deducible.
4. Equipos informáticos
Si necesitas un ordenador, tablet u otro dispositivo electrónico para desarrollar tu actividad, puedes deducirte su coste. Eso sí, si el valor del equipo supera los 300€, deberás amortizarlo en varios ejercicios.
5. Transporte público
Si usas el metro, autobús o tren para desplazarte por trabajo, podrás incluir estos gastos en tus deducciones. Para ello, es recomendable solicitar facturas en las oficinas de atención al cliente de los servicios de transporte.
6. Cuota de autónomo
El pago mensual a la Seguridad Social por ser autónomo es, evidentemente, un gasto deducible.
7. Material de oficina
Desde bolígrafos y libretas hasta impresoras y tinta, cualquier material que uses para desempeñar tu trabajo puede incluirse en tus gastos deducibles. Recuerda pedir factura con todos los datos correctos.
8. Teléfono y línea de Internet
Si tienes una oficina o trabajas desde casa, los gastos de Internet pueden deducirse, siempre que la conexión se use para el negocio. En caso de compartir la conexión con uso personal, podrías deducir solo un porcentaje proporcional.
9. Hosting, dominio y software
Si tienes una página web para promocionar tu negocio o usas herramientas digitales como licencias de diseño, edición o gestión de proyectos, también puedes incluir estos costos como gastos deducibles.
10. Alquiler de oficina o espacio de coworking
Si trabajas en una oficina alquilada o en un espacio de coworking, los pagos mensuales pueden deducirse. Esto también aplica para los gastos de mantenimiento, limpieza y suministros.
11. Publicidad y marketing
Las campañas en redes sociales, Google Ads, diseño de folletos o cualquier inversión en publicidad son gastos que puedes incluir en tus deducciones.
12. Formación profesional
Cursos, talleres, conferencias y cualquier otra formación que esté directamente relacionada con tu actividad también son gastos deducibles.
13. Viajes de negocio
Si debes viajar por trabajo, los gastos de transporte, alojamiento y dietas pueden deducirse, pero siempre con justificantes adecuados.
14. Seguros profesionales
Si tienes un seguro de responsabilidad civil, de salud para autónomos o cualquier otra póliza relacionada con tu actividad, también podrás deducir su costo.
15. Gasto en vestimenta laboral
Si tu actividad requiere un uniforme o vestimenta específica, podrás deducirte estos gastos. Sin embargo, ropa de uso común (como un traje o zapatos de vestir) no es deducible.
Conclusión
Ser autónomo implica gestionar bien los recursos y optimizar cada euro que inviertes en tu negocio. Conocer los gastos deducibles es clave para pagar menos impuestos y mejorar la rentabilidad de tu actividad. Eso sí, recuerda que siempre debes contar con facturas en regla y asegurarte de que cada gasto esté realmente vinculado con tu actividad profesional. Asesorarte con un experto puede evitarte problemas y garantizar que aproveches todas las deducciones posibles.
¡No dejes pasar la oportunidad de optimizar tu fiscalidad y hacer que tu negocio sea más rentable!