Abrir una tienda online nunca ha sido tan fácil. Existen decenas de plataformas como Shopify, Etsy, WooCommerce o incluso Instagram y TikTok que permiten lanzar productos al mercado sin apenas conocimientos técnicos. Puedes empezar desde tu dormitorio, con una inversión mínima y sin necesidad de alquilar un local. Todo suena ideal, ¿verdad?
Sin embargo, la facilidad técnica no te exime de cumplir con la normativa legal y fiscal. A los ojos de la Administración Pública, en el momento en que realizas una actividad económica por la que percibes dinero —aunque sea una venta al mes—, te conviertes automáticamente en profesional o empresario. Y eso implica una serie de obligaciones que, si no cumples, pueden salirte caras.
¿Es obligatorio darse de alta como autónomo para vender online?
Esta es la gran pregunta que se hacen miles de emprendedores digitales cada mes. Y la respuesta, aunque no guste a todos, es clara: sí, es obligatorio darte de alta como autónomo si realizas una actividad económica de forma habitual, personal y directa, con ánimo de lucro.
Así lo establece el Estatuto del Trabajo Autónomo y lo confirma la Seguridad Social. No importa si estás empezando, si aún no has facturado nada o si tus ingresos son muy bajos. La clave está en la habitualidad de la actividad y en la existencia de una contraprestación económica, aunque sea simbólica.
¿Y si solo hago una venta puntual?
Aquí entramos en una zona gris. Si vendes una vez al año un producto de segunda mano en Wallapop o haces una colaboración puntual como influencer, no se consideraría actividad habitual, y por tanto no sería necesario darse de alta. Pero en cuanto ofreces un producto o servicio de forma recurrente (aunque solo sean dos ventas al mes), la cosa cambia.
¿Qué se considera “actividad habitual” a efectos legales?
Aunque la ley no fija un umbral exacto de ingresos o número de operaciones para considerar que una actividad es habitual, hay dos criterios que suelen tenerse en cuenta:
- Frecuencia y regularidad: si tienes una tienda online activa, con productos a la venta de forma continua, aunque no vendas cada día.
- Organización empresarial: si has montado una web, haces marketing, publicas en redes y respondes pedidos, estás organizando un negocio.
En resumen: si te comportas como un negocio, te tratarán como un negocio, y eso implica estar dado de alta como autónomo, facturar correctamente, presentar impuestos y cotizar a la Seguridad Social.
Pero… ¿y si gano muy poco? ¿Puedo esperar a tener más ventas?
Muchos emprendedores novatos piensan: “Voy a esperar a que el negocio crezca antes de darme de alta”. Desde el punto de vista práctico, puede parecer lógico. Pero desde el punto de vista legal, no lo es.
La Seguridad Social no permite aplazar el alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) simplemente porque aún no estás ganando lo suficiente. Si estás vendiendo de forma recurrente, deberías estar dado de alta desde el primer día.
Dicho esto, la probabilidad de que tengas una inspección cuando vendes tres camisetas al mes es baja, pero no inexistente. Y si en algún momento te detectan realizando actividad económica sin estar en regla, las consecuencias pueden ser dolorosas.
¿Qué pasa si vendo online sin estar de alta como autónomo?
Si decides arriesgarte y emprender por tu cuenta sin darte de alta, debes saber a qué te expones. Aquí te dejamos una lista de consecuencias que pueden derivarse si la Seguridad Social o Hacienda detectan que estás generando ingresos de forma habitual sin cumplir con tus obligaciones:
- Alta forzosa en el RETA con efecto retroactivo desde el inicio de la actividad.
- Pago de todas las cuotas de autónomo atrasadas, incluyendo los recargos legales.
- Multas económicas por no haberte dado de alta en el momento correspondiente.
- Recargos por demora del 10% al 35% sobre las cotizaciones no abonadas.
- Posibles sanciones fiscales si no has declarado los ingresos en el IRPF o no has presentado declaraciones trimestrales.
En otras palabras: puedes acabar pagando mucho más de lo que te habría costado cumplir con la ley desde el principio.
¿Hay alguna forma legal de empezar sin ser autónomo?
En ciertos casos muy concretos, sí es posible facturar sin ser autónomo, pero con matices. Estas son las condiciones que deben cumplirse simultáneamente:
- La actividad no debe ser habitual (ni mensual, ni regular).
- Tus ingresos deben ser inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que en 2024 es de 1.134 euros brutos mensuales.
Aun cumpliendo ambos requisitos, deberás declarar esos ingresos en tu declaración de la renta y es aconsejable emitir facturas con retención si trabajas con empresas.
Pero cuidado: esta opción es más adecuada para actividades esporádicas y no sirve para gestionar una tienda online con productos disponibles 24/7. Si el negocio tiene estructura y proyección de continuidad, no puedes ampararte en este vacío legal.
Entonces… ¿cuándo me doy de alta como autónomo?
La recomendación general es que, en cuanto pongas a la venta tus productos o servicios de forma pública y organizada (por ejemplo, lanzando tu tienda online), te des de alta como autónomo. Aunque no hayas tenido ventas aún, el simple hecho de ofrecer productos al mercado ya implica actividad económica.
¿Y si tengo dudas o miedo de no poder asumir el coste?
¡Buena noticia! Si es tu primera vez como autónomo, puedes beneficiarte de la tarifa plana:
- 80 euros al mes durante los primeros 12 meses.
- Si tus ingresos no superan el SMI, puedes extender esta tarifa plana otros 12 meses más.
Esto hace mucho más accesible emprender legalmente y sin arriesgarte a sanciones innecesarias. Además, si más adelante tu tienda crece, podrás cambiar tu base de cotización o contratar personal, todo dentro de la legalidad.